Los delincuentes llamaron al establecimiento en hora punta haciéndose pasar por un agente de la distribuidora Iberdrola, señalando que han recibido órdenes del corte del suministro por impago de facturas.
Se le dio al gerente un plazo de treinta minutos para hacer frente a un abono cercano a los 3.000 euros mediante transferencia bancaria y evitar de esta manera el corte. Los estafadores tenían los datos del establecimiento y su punto de suministro.
Se pusieron en contacto con nosotros para determinar la veracidad de la llamada. El primer paso fue comprobar que los pagos en el banco no fueron rechazados, y el siguiente llamar a la distribuidora al teléfono que os aparece en la factura de la luz para comprobar el posterior argumento de los estafadores sobre un posible fallo informático que en cualquier caso no impediría el corte si no se realizaba el pago exigido.
La distribuidora nos confirmó que se trataba de una falsa llamada y que últimamente está siendo una práctica habitual de estafa.